lunes, 26 de noviembre de 2007

la música, la radio, la madrugada...


...y de repente a alguien se le ocurrió que la buena música podía ser escuchada en cualquier momento por cualquier emisora. No ya como un hecho aislado, recordemos esta canción en mitad de una lista interminable de canciones de actualidad, no, ahora escuchemos sólo números unos de todos los tiempos...

De nuevo, el ser humano mostrándose como el bicho radical que es, atragantándose hasta morir intoxicado de la fruta que más le gusta... No es que esté en contra de la política que inició kissfm, y a la que poco a poco se han ido sumando los cuarenta, cadena dial,... y así hasta todas, simplemente que la fórmula sin control tiene el peligro de resultar cargante...

Ahora simplemente con hacer on en la radio te encuentras una obra de arte, y ahí está precisamente el otro peligro. Que los niños que vienen no valoran que ese regalo que llega sin esfuerzo tenga la magnitud que tiene... las cosas que se consiguen sin lucha (aparente) corren el riesgo de ser menospreciadas...

Para mí, la radio, la música y la madrugada vinieron de la mano. Recuerdo aquellas noches amenizadas por Rafa Arboleda, primero en clásicos 10 (con la sintonía del starway to heaven) y luego en "enciende la noche" (con la sintonía del love theme de Blade Runner). Aquellas peazos de canciones y esas otras no tan buenas (en esas alternancias estaba el regustillo) con sus comentarios con zippo en mano y su voz envolvente... Después Rafa se fue y quedó Patrick De Frutos y María Quirós... Todos ellos me enseñaron a encontrar tesoros ocultos en mitad de la noche estrellada, a descubrir a sorbos la música, a amar a la radio en horas inesperadas...

Porque se puede calmar la sed mejor en un manantial minúsculo, que en el amplio mar... Porque de nuevo los árboles son los que no nos dejan ver el espíritu de Arboleda.


Neftalí

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